jueves, 4 de diciembre de 2008

Estampa cotidiana...

Lucrecia, mira por la ventana de la cocina, mientras toma unos mates con Juana, una amiga.
Lucrecia - Ladra el perro de la vecina. Dice que ya no lo soporta, pero es la única compañía que tiene; su marido la dejó hace dos años y creo q todavía lo sigue esperando. Todos en el barrio saben lo que pasó, el viejo era un dominado, esa mujer hacía de él lo que quería, el pobre viejo moría por tener un hijo, pero la "señora" no podía permitir que sus amigas la vieran panzona y llena de rollos, como ella decía.
Juana - ¡ mirá vos!
Lucrecia - El pobre tipo hacia de todo para complacerla, y ella siempre mandona, desde que eran novios. Dicen que el estaba profundamente enamorado que a los 4 meses ya quería casarse, pero ella lo hizo esperar seis años... y todo porque a los 35 era demasiado joven para casarse; "era un ángel" decía el marido. El hombre trabajaba todo el día de albañil y cuando volvía, tenía que atenderla.
Juana - ¿Que pasó?
Lucrecia - Después de cinco años de casados se dio cuenta de que era sólo el siervo de su mujer, a la que veía para darle plata. De mas está decir que la señora no cocinaba, hizo que le consiguiera una chica que supiera cocina italiana, francesa, etc. luego de 2 meses, fue la cocinera quien le quitó al marido, después del divorcio se casó con el ex pollerudo, según dicen, son felices y pronto tendrán un hijo. Mientras que yo, tengo que soportar a esa mujer y a su perro!.
Juana -¡Lo que es la vida!
Lucrecia - Ya se calló el pichicho, lo habrá dejado dormir en la cama que ocupaba el marido. Espero que ella no se ponga a llorar porque es peor que los aullidos. Hay silencio, se habrán dormido, por fin un poco de paz. A veces, cuando llega esta hora, me gustaría saber que piensa esa mujer, será con que vuelva el flacucho? veremos si consigue algo mas que su perro. Le tengo lastima, nunca supo ser una verdadera mujer, como yo!. Me tengo q ir a descansar, ver cuatro novelas seguidas es una locura, pero son lindas, no?. Mañana tengo que controlar que mi marido lave bien la ropa, además de lo que tiene que planchar... ahora que me acuerdo, invité a mis padres a almorzar, va a tener que hacer todo rápido; tendré que ir a la peluquería temprano, si el se demora te juro que se va a arrepentir. No va a entrar a casa si no trae quien lo ayude, pero eso sí, paga él.
ianazul

2 comentarios:

Té Verde dijo...

JAJAJAa... muy bueno,me hizo reír!!!...
y pensar... ¿cuánta gente hay que vive así no?

Hay que corregirle algunas expresiones y algo de puntuación, cosas de prolijidad. Si puedo hacer esa crítica.

Ro dijo...

por supuesto q valen las criticas!!! ademas viniendo de alguien q ha leido grandes obras!!!
saludos