lunes, 18 de junio de 2012

Dos personajes...


“Decir” y “Hacer” son familia, inquietos, extraños. Decir es simple, directo, cordial, diplomático y aunque lo disimule, travieso. Hacer es más bien, un poco loco, responde más al corazón que a la razón, se deja llevar con más facilidad.

Decir se permite escuchar otras voces, no se acostumbra a quedarse calladito, aunque lo intenta. Hacer atiende, impaciente mueve sus dedos como si fueran teclas de piano.

Decir se colma de discursos, Hacer no le cree demasiado; se resiste a quedarse a su lado, quiere hacer lo que le gusta e intenta jugar solo.

Decir trata de escuchar, hacer encajar cada palabra, muchas no encuentran un lugar en el orden que conoce, se les escapan. No se deja convencer, sospecha de argumentos, se siente expuesto… le tiembla la voz (aunque no lo quiera demostrar)

Como buen hermano, Hacer va de inmediato a ayudarlo. Casi siempre lo consigue, lo resguarda, sabe que es más sensible. Y puede contradecirlo y aún hacerlo callar.

Decir entiende que escuchar lo desestabiliza un poco. Hacer se impone. Calma, cuida y, a veces, silencia a los otros. Eso conserva la paz… por un tiempo. Hasta que ellos decidan.


Ro.Ninayux