viernes, 28 de noviembre de 2008

necesidad...

Quiero
mirar al mundo,
sentirlo,
disfrutar el sol,
acariciar las estrellas
saborear la mañana...
al despertar de una noche de sueños,
quiero respirar el perfume de la tarde,
conectarme con miradas y caricias;
que vuele mi sombra con el viento,
quiero sentir en el alma los murmullos,
revivir en las palabras,
construir mundos de ternura,
enfrentar los misterios de los hombres
contestar con un beso una sonrisa...
Quiero todo, todo y más
pero estoy solo...
encerrado en un frío lienzo
de un cuadro
colgado en la pared.
ianazul

martes, 25 de noviembre de 2008

en el sur...



le falta el titulo... que propones?

"_________"
Año 1999. Han pasado más de diez años. La locura se apoderó de la frágil y delicada criatura. Nadie pudo evitarlo, estaba condenada. Es tarde y la muerte acecha. ¿Por qué lo hizo?, nadie puede explicarlo. La decisión fue sólo suya, ahora no hay escape, es imposible volver atrás. Si alguien soportó tanto sufrimiento sin decir una palabra, sólo pudo ser él, pero tenía que explotar, era inevitable. La locura fue mucho más.
Sólo tenemos un tiempo, un momento para cada cosa y él pretendió cambiar toda la estructura; sabía cuales serían las consecuencias, pero estaba loco por escapar, se equivocó. Se convirtió al final en un despojo, se destruyó, se rompió la cabeza por nada. Tenía su vida dedicada a la quietud, su única tarea era ser la pieza del frío estante del viejo museo, casi nunca visitado, lleno a la vez de manchas de la humedad y del tiempo.
Siempre soñó con sentir la vida de otra manera; sentir el calor del sol, recibir directamente sus rayos, y sentir que la vida es también libertad, soñar y luchar para que esos sueños se cumplan enfrentando a todos... y fue eso lo que intentó. Quiso moverse para llegar a la ventana, pero su destino fue caer. El pobre tonto, enfermo y loco, quiso ser más que el pequeño trozo de arcilla. En realidad era una bella pieza, única y valiosa; ahora está hecha mil pedazos al igual que sus sueños.......
ianazul

lunes, 24 de noviembre de 2008

rinconcitos de La Plata...

Pensando en la quebrada...

Sabés que me gustaría ahora?
estar en la quebrada,
mirar el cielo,
tan limpio... tan puro...
sentir el roce del viento,
comenzar a contar las estrellas
sabiendo que no podría nunca terminar,
sentirme parte de esa inmensidad,
la luna iluminando mi camino,
señalando senderos,
pasar por el río,
deteniendo mis pasos para escuchar
el sonido de las aguas dulces que pasan delicadamente...
y todo parece simple y en realidad lo es,
basta con llegar,
para sentir que la altura de los cerros

te obligan a hacer pausas,
a respirar profundamente,

a pensar mientras el oxigeno recorre el cuerpo
y el corazón sigue latiendo muy fuerte,
renovando cada pensamiento,
purificando todo,
es inefable...
es sentir el silencio y disfrutarlo,
la plenitud del amor por lo inmenso,
lo profundo... lo simple.....
sería maravilloso,
poder compartirlo con vos...


Ro.Ninayux

mas que un recuerdo...

me gustaria volver...
a caminar descalza...
una tarde fresca...
susurros de las olas...
paz...

viernes, 21 de noviembre de 2008

cerca del cielo...

camino a Cachi.. la cuesta del molino,
a mas de 3400 mts sobre el nivel del mar,
un paisaje de terciopelo ...

DESTINO

Después de mucho tiempo de andar por las calles observando a cada una de las cosas y a cada una de las personas que pasan a su lado, se detiene y abre sus ojos maravillado por el pequeño trozo de madera que encontró en un edificio abandonado. Lo toma con cuidado y lentamente intenta recordar dónde fue que lo había visto; nadie podría negarle que aquel objeto hubiese estado antes en sus frágiles manos. En un instante su mente voló buscando una respuesta. Tuvo miedo de seguir, pero el deseo de saber era mucho más que un simple juego y decidió continuar. El paisaje que apareció ante sus ojos lo perturbaba. El aire gris se confundía con sus sueños. Deseaba acabar con todo... no tenía la fuerza para intentarlo. Vió mucho dolor; sintió caer de un golpe sus rodillas al suelo. Supo que estaba solo y, sin embargo, eso no le importó. Quiso levantarse como antes, estaba seguro de que podía. Aparecieron nubes. La oscuridad cegó sus ojos, ni siquiera podía encontrarse a sí mismo. Sintió deseos de llorar y no pudo contenerse. En cada lágrima había una mezcla de rabia, tristeza y algo que no podía reconocer. Se sintió impotente y gritó. No esperaba respuesta a su dolor porque estaba solo como siempre, o quizás más que nunca...
Aquel trozo de madera ya no bombeaba sangre como antes.
ianazul